Además de invitar a la reflexión y meditación,
la Semana Santa también se aprovecha para descansar y compartir en familia y amigos.
El cambio de rutina, el acelerado ritmo de vida, el constante bombardeo publicitario y el consumismo cuando se acerca ésta semana, la han venido a dar otra connotación a estos días de meditación, reflexión y descansos.
En muchas partes del mundo, la Semana Santa se ha convertido en un período de relajamiento, que incluso se aprovecha para vacacionar y olvidarse de la rutina y los problemas y entre otros, lo malo esque se a prestado para fiestas y paseos como si fuera fin de año o hasta carnavales pero en fiestas entre amigos y hasta los mismos familiares que se prestan para comprar y beber licor y tabaco en algunos execesos donde lo que ha provacado accidentes, de transito, intoxicaciones y accidentes caseros.
Desgraciadamente, a estos días también de ésta semana se presentan mayores casos de violencia intrafamiliar y accidentes de tránsito en las calles principales del país ocacionando atropellos, imprudencias que cobran vidas inocentes y por ende tristezas para los familiares.
Sin embargo, el punto más importante acá no es donde se pase la Semana Santa; sino más la actitud que se asuma para estar en conexión con Dios y darle lugar a experiencias más profundas de vida en el ámbito personal, familiar o espiritual que se puedan tener al máximo para tratar de prevenir esos accidentes y malas actitudes de los vacacionistas y tratar de buscar mejorar o cambiar sus hábitos y llevar lo que llamamos la fiesta en paz para tratar de hacer un exámen de conciencia y mejorar las cosas que no están bien con nosotros mismos y nuestro entorno más próximo.
El cambio de rutina, el acelerado ritmo de vida, el constante bombardeo publicitario y el consumismo cuando se acerca ésta semana, la han venido a dar otra connotación a estos días de meditación, reflexión y descansos.
En muchas partes del mundo, la Semana Santa se ha convertido en un período de relajamiento, que incluso se aprovecha para vacacionar y olvidarse de la rutina y los problemas y entre otros, lo malo esque se a prestado para fiestas y paseos como si fuera fin de año o hasta carnavales pero en fiestas entre amigos y hasta los mismos familiares que se prestan para comprar y beber licor y tabaco en algunos execesos donde lo que ha provacado accidentes, de transito, intoxicaciones y accidentes caseros.
Desgraciadamente, a estos días también de ésta semana se presentan mayores casos de violencia intrafamiliar y accidentes de tránsito en las calles principales del país ocacionando atropellos, imprudencias que cobran vidas inocentes y por ende tristezas para los familiares.
Sin embargo, el punto más importante acá no es donde se pase la Semana Santa; sino más la actitud que se asuma para estar en conexión con Dios y darle lugar a experiencias más profundas de vida en el ámbito personal, familiar o espiritual que se puedan tener al máximo para tratar de prevenir esos accidentes y malas actitudes de los vacacionistas y tratar de buscar mejorar o cambiar sus hábitos y llevar lo que llamamos la fiesta en paz para tratar de hacer un exámen de conciencia y mejorar las cosas que no están bien con nosotros mismos y nuestro entorno más próximo.
1 comentario:
Muy lindo artìculo e instructivo.
La felicito y sigue adelante .
100 votos para tì.
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