Con la entrada en vigencia de la ley 7800, a finales de los noventas, comenzó mencionarse en el ambiente fufbolero las benditas sociedades anónimas deportivas, donde más de una asociación estaban al borde de la quiebra y con deudas grandisimas.
Al surgir esta figura jurídica algunos sectores expresaron preocupación por el origen del capital que iba a respaldar dicha agrupación. Se dijo que quienes transformaran sus asociaciones deportivas en sociedades anónimas en este caso las deportivas iban ejercer controles sobre los recursos que iban a ser inyectados en las mismas, con el fin de que no se utilizaran para el famoso lavado de dinero que ahora se ha vuelto mas común en muchas instituciones.
Hoy, poco más de diez años después de que la ley entró en vigencia, y con la trágica muerte de Adrián Castro, quien fuera en vida Presidente del PFC, surgen dudas de la honorabilidad de la procedencia de los recursos que dieron pie al nacimiento de la agrupaciones como la presidió este empresario puntarenense.
Y es cuando nosotros, los profesionales de la comunicación, invitamos a dirigentes, Estado a revisar prácticamente con lupa la procedencia de esos capitales que se meten en el balompié nacional.
Al surgir esta figura jurídica algunos sectores expresaron preocupación por el origen del capital que iba a respaldar dicha agrupación. Se dijo que quienes transformaran sus asociaciones deportivas en sociedades anónimas en este caso las deportivas iban ejercer controles sobre los recursos que iban a ser inyectados en las mismas, con el fin de que no se utilizaran para el famoso lavado de dinero que ahora se ha vuelto mas común en muchas instituciones.
Hoy, poco más de diez años después de que la ley entró en vigencia, y con la trágica muerte de Adrián Castro, quien fuera en vida Presidente del PFC, surgen dudas de la honorabilidad de la procedencia de los recursos que dieron pie al nacimiento de la agrupaciones como la presidió este empresario puntarenense.
Y es cuando nosotros, los profesionales de la comunicación, invitamos a dirigentes, Estado a revisar prácticamente con lupa la procedencia de esos capitales que se meten en el balompié nacional.